Tipos de baterías de gel: celdas de gel y agm

Las baterías de gel son un tipo de batería de ácido-plomo regulada por válvula (VRLA), también conocida como batería sellada o batería libre de mantenimiento. Estas baterías son recargables y no requieren ventilación, lo que las hace ideales para su uso en espacios reducidos o con poca ventilación. Además, se pueden montar en cualquier orientación, excepto con los bornes hacia abajo. En este artículo, exploraremos los dos tipos principales de baterías de gel: las de celdas de gel y las AGM.

Índice de Contenido
  1. Baterías de celdas de gel
  2. Baterías AGM

Baterías de celdas de gel

Las baterías de celdas de gel son aquellas que añaden polvo de sílice al electrolito, creando un gel espeso similar a la masilla. Por esta razón, también se les conoce como baterías de silicio. Estas baterías ofrecen varias ventajas y desventajas en comparación con las baterías convencionales.

Una de las ventajas de las baterías de celdas de gel es su capacidad para soportar altas temperaturas sin perder rendimiento. Esto las hace ideales para su uso en aplicaciones donde la temperatura ambiente puede ser elevada. Además, estas baterías tienen una baja tasa de autodescarga, lo que significa que pueden almacenarse durante largos períodos de tiempo sin perder su carga.

Por otro lado, las baterías de celdas de gel tienden a ser más costosas que las baterías convencionales. También pueden ser más sensibles a las descargas profundas, lo que puede acortar su vida útil. Sin embargo, con un adecuado mantenimiento y cuidado, estas baterías pueden durar mucho tiempo.

Baterías AGM

Las baterías AGM, abreviatura de separador de vidrio absorbente (Absorbed Glass Mat), son otro tipo de batería de gel. Estas baterías cuentan con una malla de fibra de vidrio entre las placas positivo y negativo, que actúa como un separador y contiene el electrolito.

Las baterías AGM ofrecen varias ventajas en comparación con las baterías convencionales y las de celdas de gel. Una de las ventajas más destacadas es su alta resistencia a los ciclos de arranque, que teóricamente pueden alcanzar los 130,000 ciclos. Esto las hace ideales para su uso en aplicaciones que requieren una alta demanda de arranque, como vehículos de motor.

Otra ventaja de las baterías AGM es su baja tasa de autodescarga. Esto significa que pueden almacenarse durante largos períodos de tiempo sin perder su carga. Además, estas baterías son resistentes a las vibraciones, lo que las hace ideales para su uso en vehículos y equipos móviles.

Por otro lado, las baterías AGM también tienen algunas desventajas. Por ejemplo, suelen ser más costosas que las baterías convencionales y las de celdas de gel. Además, pueden ser sensibles a las descargas profundas, lo que puede acortar su vida útil. Sin embargo, con un adecuado mantenimiento y cuidado, estas baterías pueden durar mucho tiempo.

Las baterías de gel son un tipo de batería de ácido-plomo regulada por válvula que no requiere ventilación y se puede montar en cualquier orientación. Hay dos tipos principales de baterías de gel: las de celdas de gel y las AGM. Las baterías de celdas de gel tienen la ventaja de soportar altas temperaturas y tener una baja tasa de autodescarga, pero pueden ser más costosas y sensibles a las descargas profundas. Por otro lado, las baterías AGM ofrecen una alta resistencia a los ciclos de arranque y una baja tasa de autodescarga, pero también pueden ser más costosas y sensibles a las descargas profundas. La elección entre estos dos tipos de baterías dependerá de las necesidades y requisitos específicos de cada aplicación.

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