Agua en alimentos: influencia en crecimiento bacteriano

Los alimentos son susceptibles al crecimiento bacteriano, y uno de los factores que influyen en este proceso es la cantidad de agua disponible en ellos. La actividad del agua (aw) es un parámetro importante que determina la vida útil de los alimentos y el tipo de microorganismos que pueden prosperar en ellos.

Índice de Contenido
  1. ¿Qué es la actividad del agua en los alimentos?
  2. Relación entre la actividad del agua y el crecimiento bacteriano
  3. ¿Qué es el agua ligada en los alimentos?
  4. ¿Cómo afecta la cantidad de agua en un alimento?
  5. Controlar la actividad del agua en los alimentos

¿Qué es la actividad del agua en los alimentos?

La actividad del agua es la cantidad de agua libre o disponible en un alimento. Esta agua es utilizada por los microorganismos para crecer y desarrollarse, lo que puede deteriorar la calidad y poner en peligro la seguridad de los alimentos.

La actividad del agua tiene un valor máximo de 1 y un valor mínimo de 0. Cuanto menor es la actividad del agua de un alimento, mayor es su vida útil, ya que contiene menos agua disponible para que los microorganismos puedan crecer.

Relación entre la actividad del agua y el crecimiento bacteriano

La actividad del agua establece el rango de inicio y final del crecimiento de muchos microorganismos. La mayoría de ellos, incluyendo las bacterias patógenas, requieren una aw por encima de 0,96 para poder multiplicarse y crecer rápidamente. Si los valores de aw son menores, la velocidad de crecimiento de los microorganismos disminuye y la fase de latencia aumenta.

En general, se considera que:

  • Con una aw de 0,98, pueden crecer casi todos los microorganismos patógenos y dar lugar a alteraciones y toxiinfecciones alimentarias. Los alimentos más susceptibles son la carne o pescado fresco y frutas o verduras frescas.
  • Con una aw entre 0,93 y 0,98, pueden formarse un gran número de microorganismos patógenos. Los alimentos más susceptibles son los embutidos fermentados o cocidos, quesos de corta maduración, carnes curadas enlatadas, productos cárnicos o pescado ligeramente salados, y el pan, entre otros.
  • Con una aw entre 0,85 y 0,93, solo crece la bacteria S. aureus, que puede provocar toxiinfección alimentaria. Sin embargo, los hongos aún pueden crecer. Alimentos destacados en este rango son los embutidos curados y madurados, el jamón serrano o la leche condensada.
  • Con una aw entre 0,60 y 0,85, las bacterias ya no pueden crecer, pero pueden haber microorganismos residentes en el alimento durante largos periodos de tiempo. Los alimentos más destacados en este rango son los frutos secos, los cereales, las mermeladas o los quesos curados.
  • Con una aw menor a 0,60, no hay crecimiento microbiano, pero pueden haber microorganismos residentes durante largos periodos de tiempo. Ejemplos de alimentos en este rango son el chocolate, la miel, las galletas o los dulces.

Los alimentos con baja actividad del agua se conservan en óptimas condiciones durante períodos más largos de tiempo, mientras que aquellos con una actividad del agua elevada son más perecederos y requieren técnicas de conservación para aumentar su vida útil.

¿Qué es el agua ligada en los alimentos?

El agua ligada es aquella que forma parte de la estructura molecular de los alimentos y no está disponible para el crecimiento de los microorganismos. No tiene un impacto significativo en la actividad del agua y, por lo tanto, en el crecimiento bacteriano.

¿Cómo afecta la cantidad de agua en un alimento?

La cantidad de agua en un alimento tiene un impacto directo en su textura y capacidad de conservación. Cuanto mayor es la cantidad de agua, más jugoso y tierno es el alimento, pero también es más susceptible al crecimiento bacteriano y a la alteración.

Por otro lado, a medida que disminuye la cantidad de agua en un alimento, este se endurece y se seca más rápidamente. Los alimentos con baja cantidad de agua son más crujientes y se rompen con facilidad, pero si se les agrega agua, se reblandecen y se vuelven menos atractivos.

Por lo tanto, el control de la cantidad de agua en los alimentos es fundamental para garantizar su seguridad y conservación. La evaporación, el secado, la liofilización y la adición de sal o azúcar son algunas de las técnicas utilizadas para controlar la cantidad de agua en los alimentos y aumentar su vida útil.

Controlar la actividad del agua en los alimentos

Controlar la actividad del agua en los alimentos es esencial para alargar su vida útil. Al reducir la cantidad de agua libre en un alimento, se disminuyen las probabilidades de contaminación microbiana.

Existen diferentes métodos para controlar la actividad del agua en los alimentos, como el secado y la adición de sal o azúcar. El secado mediante diferentes técnicas, como el secado con aire caliente, el secado por aspersión, el secado al vacío y el secado por congelación, ayuda a disminuir la actividad del agua. Por otro lado, la adición de sal o azúcar atrapa las moléculas de agua y reduce la actividad del agua en el alimento.

Tener en cuenta que no todos los alimentos requieren los mismos cuidados en cuanto a la actividad del agua. Algunos alimentos, como la miel, no necesitan cuidados extras, mientras que otros, como el pescado poco salado o los frutos secos más húmedos, son más perecederos y requieren un control más estricto de la actividad del agua.

El agua en los alimentos con baterías juega un papel crucial en el crecimiento bacteriano y en la conservación de los mismos. Controlar la actividad del agua es fundamental para garantizar la seguridad y prolongar la vida útil de los alimentos. Utilizando técnicas como el secado y la adición de sal o azúcar, es posible controlar la actividad del agua y prevenir la contaminación microbiana en los alimentos.

¿Quieres encontrar más artículos similares a Agua en alimentos: influencia en crecimiento bacteriano? Te invitamos a explorar la sección de Baterías en Baterías Rincón para descubrir más contenido relacionado.

Subir